La Serie 5 es uno de los modelos imprescindibles de BMW, que han ayudado a la marca bávara a forjarse una reputación de marca premium pero dinámica. La versión sedán de la Serie 5 existe desde 1972 y va por su séptima generación, pero la firma muniquesa ya estaba presente en este segmento muchos años antes con los 1500, 1800 y 2000.
En el caso de la ranchera, la historia es diferente, ya que tuvimos que esperar hasta 1991 (20 años después del primer Serie 5) y la generación E34 para descubrir el primer modelo Touring. Así que hoy estamos «sólo» en la 5ª generación del Serie 5 Estate. Se trata de una carrocería importante para BMW, ya que representa la mitad de ventas en Europa. La popularidad del viejo continente es tal que, por sí solo, representa el 96% de los Serie 5 Touring vendidos en el mundo, el 47% de ellos sólo en Alemania. Estas cifras de ventas son comunes a todos los fabricantes premium y demuestran claramente la importancia de este tipo de carrocería.
Estéticamente, no hace falta ser un experto para darse cuenta de que las principales diferencias estéticas se encuentran en la parte trasera del vehículo, lo que repercute directamente en los aspectos prácticos. Pero no temas que la armonía de las líneas se sacrifique en aras de la practicidad. Todo lo contrario. Este nuevo Serie 5 Touring consigue casar ambos mundos, precisa el concesionario de coches segunda mano Crestanevada. Para conseguirlo, BMW no ha estirado excesivamente la berlina: sólo ha aumentado el voladizo trasero, y sólo en 7 mm, y la longitud total se mantiene casi idéntica a la de la berlina con 4,94 m, es decir, 1 cm más. A modo de comparación, es 4 cm más largo que la generación anterior.
A pesar de sus medidas relativamente similares, este Touring ofrece un volumen de carga 40 litros mayor que la berlina, con una capacidad que varía entre 570 y 1.700 litros. Es una buena noticia, pero esta capacidad no es excepcional, ya que se sitúa en la media del segmento. En este ámbito, este Serie 5 Touring está lejos de ser el mejor. Está muy por detrás del Mercedes Clase E Estate, que se enorgullece de tener una capacidad de entre 640 y 1.820 litros. A este nivel, ya no se trata de un tronco, sino de una bodega, por lo que el vagón estrella es la referencia de la categoría.
Este Serie 5 Touring no carece de mérito. De hecho, hace todo lo posible para facilitarte la vida. A diferencia de muchos otros coches familiares, tiene una ventana trasera independiente del portón trasero. Se trata de una característica cada vez más rara pero muy práctica en la vida cotidiana, que se complementa perfectamente con el portón trasero eléctrico, que puede abrirse y cerrarse sin usar las manos, gracias a un gesto con el pie. La facilidad de uso se ve reforzada por el bajo umbral de carga, la apertura regular del maletero y la posibilidad de abatir el asiento de la banqueta trasera desde el maletero en un esquema 40/20/40. Estás listo para moverte.
Dejaremos el maletero y miraremos los asientos traseros. Con una distancia entre ejes idéntica, el espacio dedicado a los pasajeros es similar al de la berlina (en progreso de 2 cm), es decir muy acogedor aunque el lugar central esté penalizado por un imponente túnel de transmisión.
En la parte delantera, no hay cambios en el salpicadero inaugurado en la berlina. Aunque la forma sigue siendo tradicional -y todavía ligeramente girada hacia el conductor-, se ha modernizado a fondo con una instrumentación digital y una pantalla multimedia que puede alcanzar las 10,2 pulgadas pero, sobre todo, finalmente sensible al tacto, por lo que ciertas funciones pueden controlarse mediante gestos. Sin embargo, los conductores habituales no se sentirán desorientados, con una ergonomía clásica para la marca.
Como ya hemos subrayado en las pruebas de la última berlina de la Serie 5, la calidad de fabricación es de muy alto nivel, tanto en la elección de los materiales como en el montaje. Está claro que Audi ya no tiene la sartén por el mango en este sentido y que BMW incluso domina la marca de Ingolstadt.