Comparativa Citroën C3 Aircross vs Hyundai Kona

Tras el Santa Fe y el Tucson, Hyundai ha dado a su SUV urbano un nombre americano: Kona, el nombre de una isla del archipiélago hawaiano. No es casualidad, ya que Estados Unidos es uno de los mayores mercados de este fabricante.

¿En qué puede basarse para diferenciarse? Este SUV es sin duda el único que puede competir con el C3 Aircross en este aspecto. El frontal, con su iluminación de dos pisos, lo hace destacar entre la multitud. Además, las formas generosamente curvadas están reforzadas por voluminosas protecciones de plástico. Una buena receta que mezcla géneros, por ejemplo el pilar trasero en forma de aleta de tiburón y los faros delanteros de LED copiados del Jeep Cherokee. En cualquier caso, el Kona no es el más compacto de los SUV urbanos, ya que mide 4,17 metros de largo y, sobre todo, 1,80 metros de ancho. El concesionario de coches segunda mano Sevilla Crestanevada detalla que otra particularidad es que es uno de los únicos de su segmento que ofrece motores potentes y tracción total real.

El C3 Aircross se basa en la plataforma del Peugeot 2008 y (por cierto) del Opel Crossland X. El francés se fabrica en España (Zaragoza) en la fábrica de Opel, ahora miembro del grupo PSA. Con 1,76 m de largo y 4,15 m de ancho, es uno de los más grandes de su segmento. Para atraer a los clientes, que ahora tienen mucho donde elegir, Citroën juega con los temas que domina a la perfección: el diseño y el confort. El aspecto del C3 Aircross es chispeante, jovial y curvilíneo, un original en su categoría, y su relación con el C3, del que deriva, se refleja en los faros de doble piso, una fina parrilla cromada y líneas redondeadas. La parte de crossover está asegurada por elementos estilísticos como una elevada distancia al suelo, zapatas delanteras y traseras, ruedas de gran tamaño y guardabarros de plástico crudo. En consonancia con los tiempos, también ofrece un amplio programa de personalización con nada menos que 90 combinaciones de colores exteriores y 5 ambientes interiores.

El coche francés tiene un ambiente lúdico en el habitáculo, con un salpicadero bicolor y rejillas de ventilación con formas divertidas. Los asientos son amplios y mullidos, los mandos están bien pensados y son intuitivos, y hay mucho espacio de almacenamiento. Por ejemplo, hay una ranura para el smartphone a los pies de la consola, los huecos de las puertas son grandes y espaciosos, y la guantera está refrigerada. El C3 Aircross cumple todos los requisitos para hacer la vida más fácil y cómoda.

En el caso del Kona, la distribución interior contrasta con su atrevido e innovador diseño exterior. El salpicadero es clásico para los clientes de la marca (y otros), y las únicas inserciones de color que forman parte del pequeñísimo programa de personalización no son suficientes para dar un toque de locura a este ambiente tan (¿demasiado?) serio. Afortunadamente, la ergonomía es excelente y el sistema multimedia es muy sensible y fácil de usar. Además, Apple Carplay y Android Auto están disponibles desde el primer nivel. El Kona también decepciona en cuanto a su espacio interior, ya que el túnel de transmisión del eje en la versión 4×4 ocupa mucho espacio y el volumen del maletero es de sólo 361 litros, mientras que el C3 ofrece 410 litros.

¿Y en la carretera?

Si tomamos como referencia el motor más vendido, el motor de gasolina de 3 cilindros turboalimentado, las sensaciones son las siguientes: bajo el capó del C3 Aircross, el motor Puretech de 110 CV da toda su medida en la conducción a medio régimen. Es elástico, poco ruidoso y tiene una buena respuesta. Su consumo es relativamente moderado para la categoría, con una media de 6,5 l/100 km.

El motor más pequeño del Kona, el 1.0 T-GDi, tiene un carácter más combativo. Desarrolla 120 CV y es más sensible a las peticiones. Pero, por otro lado, también es más ruidoso y más glotón, con una media de 6,8 l/100 km.

En general, el rendimiento del motor es bastante similar. Lo contrario ocurre con el comportamiento en carretera, donde las diferencias son realmente claras. El C3 Aircross destaca por ofrecer el mejor compromiso. Está mucho mejor acolchado que el Kona sin ser demasiado blando. Las trayectorias son precisas, el manejo es riguroso y el confort está un paso por encima. La suspensión está calibrada para reaccionar rápidamente a cada bache de la carretera. El Kona se mantiene pegado al asfalto pero su dirección, muy artificial, no ayuda a sentir el coche. En el lado positivo, el Kona ofrece una posición de conducción más baja que el C3 Aircross (pero todo depende de tus hábitos) y una palanca de cambios más fácil de manejar.

A pesar de su mayor distancia al suelo de 20 mm, el C3 Aircross ofrece una excelente sujeción de la carrocería sin que la amortiguación sea firme. El confort es el ADN de Citroën y, una vez más, ha demostrado su experiencia en este ámbito. Este C3 Aircross filtra y amortigua con clase, gracias a los amortiguadores hidráulicos desarrollados por la marca en el marco del programa «Citroën Advanced Comfort».

Las suspensiones, los amplios y mullidos asientos y la calidad del aislamiento hacen del SUV francés uno de los más cómodos de su categoría y también uno de los más consistentes en carretera. Por último, los habitantes de la ciudad apreciarán su agilidad y su excelente visibilidad periférica.

A pesar de su energía y su aspecto original, el Hyundai Kona no es tan bueno como el Citroën C3 Aircross. El SUV francés tiene una apariencia igualmente original, pero domina su materia en el habitáculo, donde domina por su presentación, su espacio vital y su modularidad. Al volante, el francés se distingue por su excelente compromiso entre confort y dinamismo. Por último, también es un coche económico. Es menos caro y está (casi) igual de bien equipado. El nuevo Citroën C3 Aircross responde a todas las exigencias de los clientes urbanos y familiares gracias a su atractivo aspecto, su avanzada modularidad y su confort. Pero si prefieres un poco de exotismo y un vehículo menos común que el de al lado, el Kona es para ti.