La competencia es segura, independientemente de si se está iniciando un nuevo negocio, lanzando un nuevo producto o vendiendo en un nicho de mercado. Por esta razón, lograr una ventaja competitiva sostenible es importante para cualquier empresa. Para seguir siendo competitivas, las empresas deben adoptar una estrategia única, para lograr un rendimiento superior cuando se enfrentan a una fuerte competencia, detalla la Asesoría Juan Bautista.
Las pequeñas empresas tienden a encontrarse con una mayor competencia, sobre todo por parte de las grandes corporaciones con grandes bolsillos, mayores recursos y marcas más grandes. Los directivos saben que, para sobrevivir, deben encontrar una «ventaja competitiva». Aunque la mayoría de las empresas intentan conseguir una ventaja competitiva proclamando ser «las mejores», en la gran mayoría de las empresas no existe eso de ser «las mejores». En lugar de competir por ser la mejor, las empresas deben centrarse en ser únicas en el valor que crean para sus clientes.
Aunque la mayoría de las empresas afirman estar orientadas al servicio, las que son más progresistas respaldarán esa afirmación. Dedicarse a prestar un servicio de primera categoría establecerá una ventaja competitiva que difícilmente podrá ser duplicada; en comparación con la equiparación dólar por dólar, el tamaño de la plantilla, el número de instalaciones y las tecnologías. La prestación de un servicio superior debe incluirse siempre como parte de la estrategia de marketing de su empresa.
Establecer una cultura de servicio al cliente como herramienta estratégica es útil para instituir una ventaja competitiva para cualquier empresa. Al educar a todos sus empleados (personal, gerentes, ejecutivos, etc.) en los fundamentos del servicio al cliente, su empresa puede implementar una cultura impenetrable que se traducirá en beneficios y crecimiento. La mejor manera de incorporar dicha cultura es mantener un programa de servicio continuo, por el que los empleados tengan que completar un curso de actualización cada 90 – 120 días.
En lugar de ignorar las quejas de los clientes o de limitarse a gestionar el número de quejas de los clientes, averigüe en qué aspectos su empresa está fallando y tome medidas rápidas para corregir cualquier error o deficiencia. Utilice las quejas de los clientes como una experiencia de aprendizaje, en lugar de limitarse a ignorarlas o encontrar formas de racionalizarlas. La creación de una empresa orientada al servicio puede establecerse fácilmente refinando continuamente su reflejo a cualquier comentario de los clientes recibido. Esta es una estrategia a prueba de balas porque es barata e invisible, a diferencia de las costosas promociones publicitarias y las tecnologías de vanguardia.
Las pequeñas empresas rara vez participan en eventos comunitarios y benéficos locales, a diferencia de las grandes corporaciones. Simplemente con el voluntariado dentro de la comunidad, los propietarios de pequeñas empresas se beneficiarán de una red de ejecutivos de negocios que pueden referir negocios adicionales. Se trata de una estrategia doble: servir a la comunidad y a la empresa simultáneamente.
Las grandes organizaciones suelen eliminar cualquier competencia de las pequeñas empresas aplicando una estrategia de precios diversa, bajando agresivamente los precios u ofreciendo grandes descuentos. Las empresas más pequeñas son incapaces de absorber los números rojos durante un periodo prolongado y acaban por desmoronarse y cerrar el negocio. Esta es una de las razones por las que las empresas de nueva creación fracasan. La mejor ofensiva en esta situación es centrarse en generar estrategias de precios creativas, en lugar de intentar igualar el precio. Un buen ejemplo es ofrecer un precio básico para tus productos/servicios, y cobrar por las características adicionales y los complementos. Demostrar el valor de su producto/servicio a menudo compensará los precios más altos (BMW es un buen ejemplo).
Los empresarios de éxito son los que reconocen que tienen que trabajar más duro y de forma más inteligente para establecer una ventaja competitiva. Si adopta una postura ofensiva, podrá tomar el control del futuro de su empresa en lugar de dejar que otros lo hagan por usted.